Mientras el mundo avanza, hablar de sexo en países como el nuestro sigue siendo un tabú.
Esto, mas allá de representar un tema moral, se relaciona con un asunto de salud física y mental.
Así lo confirma el doctor Rolando Salazar Sarmiento, decano de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Sanitas, quien advierte: “Las personas pueden disfrutar de una alta actividad sexo genital de manera responsable. No obstante, cuando el ejercicio sexo genital se asume con un impulso incontrolable o con el abandono de otras dimensiones de la existencia humana, es factible evidenciar una problemática que implica posibles afectaciones biológicas e impactos psicológicos por dificultades de establecimiento de vínculos afectivos”.
Al respecto, refiere cinco aspectos relevantes a tener en cuenta, para identificar esta variación en su comportamiento sexual.
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