¿Cómo está actualmente el negocio de las Esmeraldas? (Entrevista)

El presidente de la Federación Nacional de Esmeraldas – Fedesmeraldas- , Óscar Baquero, cuenta cómo está el negocio y cuántas son las reservas de estas gemas en Colombia

Por: Héctor H. Rodríguez A. – Redactor Boyacá Sie7e Días

H.H: ¿Cómo está Colombia en reservas de esmeraldas?

O.B: Nuestro país tiene un potencial grande: según unos informes antiguos, los cinturones de occidente y oriente tienen más o menos unas 110 mil hectáreas de posibles zonas productivas, de las cuáles únicamente 10 mil hectáreas han sido exploradas hasta el momento.

H.H: ¿Entonces todavía queda una gran zona por explotar?

O.B: Solo se ha explorado y explotado un 10 por ciento de la capacidad que tiene el país de producción.

H.H: ¿A qué se debe que solo se haya explotado un 10 por ciento?

O.B: Este es un negocio de mucho riesgo: las esmeraldas no se tranzan en bolsa y los inversionistas que realizan estas exploraciones lo hacen a un grandísimo riesgo.

H.H: ¿Las principales reservas se encuentran en Boyacá?

O.B: Tenemos las reservas principales en el cinturón occidental, en municipios como Muzo, Quípama, Maripí y San Pablo de Borbur, pero también tenemos en el cinturón oriental, en Chivor y Macanal, y una pequeña parte en poblaciones de Cundinamarca como son Gachalá y Ubalá.

H.H: ¿Cuál es el principal comprador de las esmeraldas de Colombia?

O.B: En este momento es Asia, con países como la India y China; después están Estados Unidos y Europa. Se presenta un fenómeno y es que la mayoría de las exportaciones sale hacia Estados Unidos por temas de competitividad en la distribución, por lo que sería un mayor volumen de exportaciones hacia Estados Unidos, pero el destino final es Asia.

H.H: ¿Cuánto es la participación del sector de estas gemas al Producto Interno Bruto del país?

O.B: Realmente es muy pequeña, porque el negocio de las esmeraldas es de menos de 150 millones de dólares al año, mientras que en oro se exportan 2.000 millones de dólares. Sin embargo, lo interesante es que esa cantidad muy pequeña es muy representativa, porque las esmeraldas colombianas son las de mayor valor y las más apetecidas en el mundo.

H.H: ¿Por qué son las de mejor calidad del mundo?

O.B: Nuestras esmeraldas tienen unas características fisicoquímicas que son particulares, desde su formación que fue a baja temperatura y a baja presión. Contienen la combinación de tres elementos importantes, como son el cromo, el vanadio y una muy baja proporción de hierro.

H.H: ¿En qué influye la baja concentración de hierro?

O.B: Las esmeraldas colombianas presentan una muy baja concentración de hierro, que hace que su color sea mucho más brillante, más vivo. Es una diferencia geomorfológica que hace que tengan un tono de verde más bonito.

H.H: ¿Cómo le fue al gremio de la esmeralda en el primer semestre del año?

O.B: Hubo una pequeña variación en temas de precios. Comparados los seis primeros meses del 2017 con los del 2018, se tuvo un incremento de alrededor de un cuatro por ciento en cantidades de exportaciones en dólares.

H.H: ¿Qué tal estuvo la producción?

O.B: La tendencia en las exportaciones en cantidades de quilates fue a la baja. Para el primer semestre el producto escaseó un poco.

H.H: ¿A qué se debe esa escasez?

O.B: A temas de exploración, porque cada vez hay que cavar más profundo para encontrar las esmeraldas. Es importante entender que esta no es una producción continua sino aleatoria: vamos encontrando y vamos extrayendo, pero podemos decir que ha sido bastante pareja con relación al 2017.

H.H: ¿Cuántos empleos genera esta industria?

O.B: Aproximadamente unos 3.000 empleos formales por parte de las empresas mineras, que hacen parte del gran cambio y de una nueva era de la industrialización de las esmeraldas. Indirectos son unos 12 mil.

H.H: ¿Se ha logrado erradicar el trabajo infantil?

O.B: Se han hecho unos trabajos importantes con las alcaldías, con el Fondo Nacional de la Esmeralda y con los titulares mineros para concientizar a las personas de este flagelo. En este momento son mínimos los casos que se presentan.

H.H: ¿Cómo va la formalización en la minería de la esmeralda?

O.B: El sector, el Ministerio de Minas, las empresas y la reglamentación que está surgiendo en el país se enfocan en la formalización de los mineros y también de las actividades comerciales.

H.H: ¿Qué acciones han adelantado?

O.B: Desde hace tres años venimos haciendo programas de formalización para los mineros y para los comerciantes en la ciudad de Bogotá.

H.H: ¿Cuál es la inversión social de esta industria?

O.B: En los últimos 10 años el sector, a través del Fondo Nacional de la Esmeralda y las empresas, ha hecho todo un cambio. Las empresas en este momento están pagando su impuesto de industria y comercio en los municipios productores, lo que permite hacer obras de infraestructura en estas poblaciones.

H.H: ¿Cuánto pagan en promedio por ese impuesto?

O.B: Muzo, por ejemplo, está recibiendo recursos por el orden de más de 2.000 millones de pesos por impuesto de industria y comercio.

H.H: ¿Y en responsabilidad social empresarial?

O.B: Nosotros como Fedesmeraldas y como gremio, a través del Fondo Nacional de la Esmeralda, hemos venido haciendo inversiones en ensanchamiento de infraestructura en escuelas y hospitales de la región.

H.H: ¿Qué cantidades han invertido?

O.B: Hemos invertido unos 10 mil millones de pesos en construcción de nuevos puestos de salud y en ensanchamiento de escuelas. En salud la inversión es de más de 7.000 millones de pesos y en educación, de cerca de 3.000 millones.

H.H: ¿Qué otras inversiones han hecho?

O.B: Se han invertido cerca de 3.000 millones de pesos en los últimos tres años en programas de formalización de los mineros. En proyectos productivos, como talleres de confecciones, cultivos y trabajos con cacao, hemos invertido aproximadamente 1.000 millones de pesos.

H.H: ¿Las empresas hacen inversiones adicionales?

O.B: Además de estar generando cerca de 3.000 empleos directos, con todas las prestaciones sociales, también están desarrollando programas, como comedores comunitarios, talleres de confecciones y otros.

H.H: ¿Qué papel para la industria de la esmeralda jugó la paz en el Occidente de Boyacá?

O.B: Es un papel fundamental, porque si no hay condiciones de paz no puede haber inversión ni condiciones de gobernabilidad. La paz ha sido la piedra angular para que venga la inversión y para que haya crecido la industria de la esmeralda en Boyacá y en Colombia.

H.H: ¿Qué se espera del sector en lo que resta del año?

O.B: Tenemos un panorama bastante conservador. Están llegando nuevos inversionistas extranjeros a la zona, que hasta ahora están empezando a hacer sus labores de exploración, entonces consideramos que en temas de producción vamos a continuar con una tendencia parecida a la del primer semestre, con incrementos pequeños entre tres o cuatro por ciento, acordes al crecimiento de la economía.

H.H: ¿El sector se está transformando?

O.B: Sí, estamos en una nueva era, de manera que la nueva industria tiene una serie de condiciones sociales y de inversión que se están transformando. Si bien vemos un panorama conservador, creemos que vamos por un buen camino.

H.H: ¿Cómo va el sector en el tema de la esmeralda tallada y engastada?

O.B: Colombia es fuerte exportando esmeraldas talladas como insumo para las grandes casas de joyería en el mundo. A través de la talla y el engaste se le da un valor agregado a la esmeralda y estamos en programas para poco a poco empezar a hacer trabajos de joyería.